¿En qué consiste la cirugía de epilepsia?
Existen dos tipos
de cirugía de epilepsia fundamentalmente: las cirugías que tienen intención
curativa y aquellas paliativas. Las cirugías con intención curativa tienen como
objetivo la eliminación completa de las crisis convulsivas, aunque esto no
siempre se logra. Las cirugías paliativas tienen como finalidad disminuir la
frecuencia o intensidad de las convulsiones.
¿Qué tipos de cirugía de epilepsia hay?
Dentro del grupo de
aquellas con intención curativa, encontramos las resecciones del foco
epileptógeno, es decir del área cerebral que genera las convulsiones y que se
debe resecar para curar la epilepsia, así como también la hemisferectomía
funcional (o hemisferotomía) que consiste en la desconexión completa de un
hemisferio cerebral y se utiliza en determinados casos como la Encefalitis de
Rasmussen o el Síndrome de Sturge-Weber. Las cirugías resectivas pueden ser:
resecciones a medida (tailored resections)
o resecciones standard como la lobectomía temporal anterior y la
amigdalohipocampectomía selectiva.
Por otro lado, las
cirugías paliativas pueden ser también de diferentes tipos: desconexiones
(transecciones subpiales múltiples, callosotomía) o procedimientos d
eneuromodulación, que requieren el implante de un dispositivo eléctrico, como
la estimulación vagal (Vagal Nerve
Stimulation) o la estimulación cerebral profunda (Deep Brain Stimulation). Además, se encuentran en desarrollo nuevos
dispositivos de estimulación cerebral epidural que actúan frente al inicio de
una crisis convulsiva para frenarla.
¿Qué pacientes tienen indicación de cirugía de epilepsia?
Aproximadamente el
36% de los pacientes epilépticos son refractarios al tratamiento farmacológico,
es decir, continúan teniendo crisis convulsivas a pesar de la medicación. Estos
pacientes son los posibles candidatos para efectuar una cirugía de epilepsia.
El neurocirujano decidirá dependiendo de su caso y su tipo de epilepsia, que
cirugía podría estar indicada y si tiene oportunidad de realizarse un
procedimiento con intención curativa o debe realizarse una cirugía paliativa.
¿Qué estudios hay que hacerse antes de indicar la
cirugía?
El posible
candidato a una cirugía de epilepsia debe realizarse diferentes estudios, entre
los que se destaca el video-electroencefalograma y la resonancia de cerebro con
protocolo de epilepsia. Se busca encontrar una correlación adecuada entre las
características de las convulsiones que sufre el paciente, los hallazgos del
video-electroencefalograma y las imágenes de la resonancia magnética.
¿Qué pasa si no hay correlación entre las características
de las crisis convulsivas, el video-electroencefalograma y la resonancia?
En estos casos se
puede optar por realizar algo que se conoce como monitoreo invasivo. Esto
consiste en la colocación de una serie de electrodos dentro del cerebro o en la
superficie del mismo para lograr caracterizar más adecuadamente la actividad
eléctrica cerebral y su correlación con el resto de las características del
caso.
¿Cómo se realiza una cirugía de epilepsia resectiva?
La cirugía
resectiva consiste en realizar una craneotomía (una apertura en el hueso que
conforma el cráneo) para acceder a la región necesaria del cerebro y allí
realizar una resección del área cerebral que se considera epileptógena. Este
tipo de cirugías pueden requerir mapeo cerebral intraoperatorio así como
monitoreo invasivo. Esto será evaluado por su neurocirujano dependiendo cada
caso en particular.
¿Qué resultados de pueden esperar en la cirugía de
epilepsia?
Los resultados
dependen del tipo de epilepsia y el tipo de cirugía realizada. Las cirugías con
intención curativa tienen mejores resultados que aquellas con objetivos
paliativos. Por ejemplo, en algunos
tipos de epilepsia hay estudios que muestran que cerca del 70% de los pacientes
continúan libres de crisis convulsivas a los 8 o 10 años del procedimiento
quirúrgico.
¿Dónde se coloca el Estimulador Vagal?
El sistema que se
implanta en estos casos es semejante a un marcapasos y se coloca el electrodo
en el cuello, alrededor del nervio vago y el cable del mismo se tuneliza por
debajo de la piel hasta el sitio donde se coloca el generador de impulsos (que
también contiene la batería, ya que se trata de un dispositivo eléctrico), en
la región infraclavicular, o sea, debajo de la clavícula. Todo el dispositivo
implantado queda por dentro de la piel, sin ningún segmento exteriorizado.
Damián Bendersky
Neurocirugía – Cirugía de
Columna – Tratamiento del Dolor
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